Download trabajo de tercera fase fisica 2

Survey
yes no Was this document useful for you?
   Thank you for your participation!

* Your assessment is very important for improving the workof artificial intelligence, which forms the content of this project

Document related concepts
no text concepts found
Transcript
UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTA MARIA
FACULTAD DE CIENCIAS E INGENIERIAS FISICAS Y FORMALES
ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA INDUSTRIAL
Docente: JUAN RAMON DIAZ PIZARRO
Nombre: José Vicente Vílchez Manrique
INTRODUCCION
La huella ecológica es una medida utilizada para evaluar el impacto ambiental de las
actividades humanas en relación con la capacidad de carga de la Tierra. Se refiere a la
cantidad de recursos naturales y espacios necesarios para satisfacer las demandas de
consumo de una población determinada y absorber los desechos generados.
La huella ecológica se calcula teniendo en cuenta varios factores, como la cantidad de
tierra necesaria para producir alimentos, la energía consumida, la cantidad de agua
utilizada, la generación de residuos y las emisiones de carbono. La medición de la huella
ecológica permite comprender la relación entre el consumo humano y la disponibilidad
de recursos naturales.
Existen diferentes tipos de huella ecológica, que incluyen la huella de carbono
(emisiones de gases de efecto invernadero), la huella hídrica (uso de agua dulce), la
huella de tierra (uso de terreno), la huella de pesca (captura de peces), entre otros. Estas
detectan ayudan a identificar áreas donde se puede reducir el impacto ambiental y
promover un estilo de vida más sostenible.
La huella ecológica se expresa generalmente en términos de hectáreas globales (gha)
necesarias para sustentar una determinada actividad o población. Si la huella ecológica
de una población excede la biocapacidad de la Tierra, significa que se está agotando los
recursos naturales y produciendo un impacto negativo en el medio ambiente.
La medición y seguimiento de la huella ecológica es una herramienta importante para la
toma de decisiones a nivel individual, empresarial y gubernamental. Permite evaluar la
sostenibilidad de nuestras acciones y promover prácticas más responsables con el
medio ambiente. Al comprender y reducir nuestra huella ecológica, podemos contribuir
a la conservación de los recursos naturales y la protección del planeta para las
generaciones futuras.
La huella ecológica es un concepto que ha ganado relevancia en los últimos años debido
a la creciente preocupación por el medio ambiente y la necesidad de encontrar formas
más sostenibles de vivir. Se refiere a la medida del impacto que las actividades humanas
tienen en el planeta y en los recursos naturales que utilizamos.
En pocas palabras, la huella ecológica nos muestra la tierra y los recursos naturales
necesarios para mantener nuestro estilo de vida actual. Esto incluye la cantidad de tierra
utilizada para la agricultura y la ganadería, la energía consumida, el agua utilizada, la
cantidad de desechos generados y las emisiones de carbono producidas.
Cuando calculamos nuestra huella ecológica, podemos tener una idea más clara de
cuánto estamos contribuyendo al agotamiento de los recursos naturales y al cambio
climático. Si nuestra huella ecológica supera la capacidad de carga de la Tierra, significa
que estamos utilizando más recursos de los que el planeta puede regenerar y estamos
generando un impacto negativo en el medio ambiente.
La huella ecológica nos ayuda a comprender las consecuencias de nuestras elecciones y
acciones diarias, como lo que consumimos, cómo nos desplazamos y cómo gestionamos
nuestros residuos. Además, nos brinda la oportunidad de tomar medidas para reducir
nuestra huella ecológica y vivir de una manera más sostenible.
la huella ecológica es una herramienta importante para evaluar nuestro impacto en el
planeta y tomar decisiones más conscientes en cuanto al uso de los recursos naturales.
A través de la reducción de nuestra huella ecológica, podemos contribuir a la creación
del medio ambiente y la creación de un futuro más sostenible.
El concepto "huella ecológica" surge como un indicador de sostenibilidad que trata de
medir el impacto que nuestro modo de vida tiene sobre el entorno.
Todas las decisiones que como consumidores tomamos en nuestra vida cotidiana tienen
un impacto sobre el planeta. Ese impacto ambiental se expresa como la cantidad de
terreno biológicamente productivo que se necesita por persona para producir los
recursos necesarios para mantener su estilo de vida.
Según el último informe de la Global Footprint Network, con datos de 2012, la demanda
actual a escala global de nuestras actividades es de 2,7 hectáreas (ha) por persona,
mientras que lo que el planeta puede suministrar se sitúa en torno a las 2 ha per cápita.
Además, estos valores varían según las regiones del planeta: mientras EEUU tiene una
huella ecológica de 8,2 ha per cápita y España de 3,7, Angola sólo tiene una huella
ecológica de 0,9 ha por persona. Esto significa que los habitantes de los países
desarrollados estamos viviendo por encima de las posibilidades de regeneración
ecológica y disminuyendo cada año la capacidad planetaria de sostenernos.
ABSTRAC
La huella ecológica es una medida del impacto humano en el medio ambiente.
Específicamente, mide la cantidad de tierra o agua "biológicamente productiva" que se
necesita para sostener la población y su estilo de vida. La contabilidad de la huella
ecológica mide la demanda y la oferta de la naturaleza. Se utilizan áreas productivas
como tierras de cultivo, pastizales, zonas de pesca, zonas urbanizadas, bosques y
entrada de carbono en la tierra. Si la biocapacidad de una región supera su huella
ecológica, se tiene una reserva de biocapacidad. Por otro lado, si la huella ecológica de
una población supera la biocapacidad de la región, se produce un déficit de
biocapacidad. La huella ecológica se expresa en hectáreas globales y se utiliza para
monitorear el uso de los recursos ecológicos y promover el desarrollo sostenible.
1. Huella ecológica
1.1 descripción
La huella ecológica es una medida de la demanda humana sobre la naturaleza y sus
recursos. Se calcula comparando la biocapacidad de una región con su huella ecológica.
La biocapacidad se refiere a la cantidad de recursos naturales renovables disponibles en
una región, mientras que la huella ecológica mide la cantidad de recursos necesarios
para mantener el estilo de vida de una población determinada. La huella ecológica
incluye la cantidad de tierra necesaria para producir alimentos y recursos, así como la
cantidad de agua y energía necesaria para satisfacer las necesidades de la población.
Esta medida es importante para promover el desarrollo sostenible y asegurar que las
futuras generaciones tengan acceso a los recursos necesarios para vivir.
1.2 caracterización
a) Medición multidimensional: La huella ecológica abarca múltiples dimensiones del
impacto humano en el medio ambiente, como el uso de la tierra, el consumo de
energía, el agua utilizada, las emisiones de carbono y la generación de residuos. Se
calcula mediante el análisis de diversas variables relacionadas con el consumo y la
producción.
b) Evaluación de recursos naturales: La huella ecológica considera los recursos
naturales utilizados por una población o una actividad específica. Esto incluye la
cantidad de tierra necesaria para la producción
c) Comparación con la biocapacidad: La huella ecológica se compara con la
biocapacidad de la Tierra, que es la capacidad de los ecosistemas para regenerar los
recursos naturales utilizados y absorber los desechos generados. Si la huella
ecológica excede la biocapacidad, significa
d) Indicador de sostenibilidad: La huella ecológica Herramienta de toma de decisiones:
La huella ecológica proporciona información valiosa para la toma de decisiones a
nivel individual, empresarial y gubernamental. Permite identificar áreas en las que
se pueden implementar acciones para reducir el impacto ambiental, como
promover la eficiencia energética, fomentar la producción sostenible de
La huella ecológica es una medida multidimensional que evalúa el impacto ambiental
de las actividades humanas. Su caracterización implica considerar diversas variables y
compararlas con la
1.3 calculo de la huella ecológica
Para calcular la huella ecológica (o ecological footprint en inglés), se consideran diversos
factores como la cantidad de tierra necesaria para producir los alimentos que
consumimos, la energía que utilizamos en nuestros hogares, la cantidad de desechos
que generamos y el transporte que utilizamos.
Una vez que se recopila esta información, se utiliza una fórmula matemática para
estimar la cantidad de hectáreas de tierra necesarias para mantener nuestro estilo de
vida. Este cálculo se compara con la biocapacidad de la Tierra, es decir, la cantidad de
recursos naturales disponibles para sostener la vida.
Si nuestra huella ecológica es mayor que la biocapacidad disponible, entonces estamos
sobre utilizando los recursos naturales y dañando el medio ambiente. Por lo tanto, es
importante tomar medidas para reducir nuestra huella ecológica y promover un estilo
de vida más sostenible.
El cálculo de la huella ecológica implica considerar múltiples variables relacionadas con
el consumo humano y el impacto ambiental. Aunque existen diferentes métodos y
enfoques para realizar este cálculo, en general, se pueden seguir los siguientes pasos:
Definir los límites: Se deben establecer los límites de análisis, es decir, el alcance del
cálculo de la huella ecológica. Esto puede incluir una región geográfica, una actividad
específica particular o una población determinada.
Recopilar datos: Se deben recopilar datos sobre el consumo de recursos naturales y las
emisiones generadas en el área de análisis. Estos datos pueden provenir de diversas
fuentes, como estadísticas oficiales, informes de empresas,
2. huella ecológica en relación con la ciencia
La huella ecológica, en relación con la ciencia, se define como una métrica científica
utilizada para evaluar el impacto ambiental de las actividades humanas en el planeta. Es
una herramienta basada en el análisis de datos y enfoques científicos para medir el
consumo de recursos naturales y la generación de desechos.
La ciencia juega un papel fundamental en el cálculo y la interpretación de la huella
ecológica. Los científicos investigan y desarrollan metodologías precisas y confiables
para evaluar el uso de recursos y la emisión de contaminantes en diferentes sectores,
como la agricultura, la energía, el transporte y la industria.
Además, la ciencia también contribuye a comprender los impactos ambientales
asociados con el consumo humano y la producción de bienes y servicios. Se realizan
estudios científicos para evaluar las emisiones de gases de efecto invernadero, el
agotamiento de los recursos naturales, la pérdida de biodiversidad y otros efectos
negativos que se relacionan con la huella ecológica.
La huella ecológica, como una métrica científica, proporciona información cuantitativa
y otras basadas en evidencia para la toma de decisiones informadas en la política, la
planificación urbana, el desarrollo sostenible y áreas relacionadas. Permite evaluar el
rendimiento ambiental de diferentes acciones y políticas, identificar puntos de
intervención y establecer objetivos para reducir el impacto ambiental y promover la
sostenibilidad.
la huella ecológica, en relación con la ciencia, es una herramienta basada en
investigaciones y datos científicos que nos permite evaluar y comprender el impacto
ambiental de las actividades humanas. Contribuye al desarrollo de estrategias y políticas
informadas científicamente para abordar los desafíos ambientales y promover un futuro
más sostenible.
3. energía eléctrica
3.1 concepto
La energía eléctrica se refiere a la forma de energía que resulta de la existencia de una
diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos. Es una forma de energía altamente
versátil y ampliamente utilizada en nuestra sociedad moderna. Se genera a través del
movimiento de las cargas eléctricas, como los electrones, a lo largo de un conductor
eléctrico, como un cable.
La energía eléctrica se puede generar de diversas formas, como mediante centrales
eléctricas que utilizan fuentes de energía primaria, como la energía hidroeléctrica, la
energía eólica, la energía solar, la energía nuclear o la energía de combustibles fósiles.
Estas fuentes de energía primaria se convierten en energía eléctrica utilizable mediante
generadores eléctricos.
Una vez generada, la energía eléctrica se puede transportar a través de redes de
distribución de electricidad hasta los consumidores finales, como hogares, empresas e
industrias. En estos lugares, se utiliza para alimentar una amplia gama de dispositivos y
sistemas, como iluminación, electrodomésticos, equipos electrónicos, maquinaria
industrial, entre otros.
La energía eléctrica se mide en unidades de energía llamadas vatios-hora (Wh) o
kilovatios-hora (kWh), que representan la cantidad de energía consumida durante un
período determinado. Es una forma de energía fácilmente convertible en otras formas
de energía, como energía térmica, luminosa o mecánica, lo que la hace extremadamente
útil en numerosas aplicaciones.
3.2 obtención de la energía
La obtención de energía eléctrica se realiza mediante diversos procesos y tecnologías.
A continuación, se presentan algunas de las principales formas de obtención de energía
eléctrica:
Generación hidroeléctrica: Utiliza la energía potencial del agua almacenada en embalses
o la fuerza del flujo de agua en ríos para accionar turbinas que, a su vez, hacen girar
generadores eléctricos. Es una fuente de energía renovable y ampliamente utilizada en
todo el mundo.
Generación termoeléctrica: Se basa en la combustión de combustibles fósiles, como
carbón, petróleo o gas natural, para generar calor. El calor se utiliza para generar vapor,
que impulsa turbinas conectadas a generadores eléctricos. Aunque es una fuente de
energía común, también es una fuente de energía no renovable y produce emisiones de
gases de efecto invernadero.
Generación nuclear: Utiliza el proceso de fisión nuclear para liberar una gran cantidad
de energía. En una planta nuclear, el uranio enriquecido se somete a reacciones
nucleares controladas, generando calor que se utiliza para producir vapor y generar
electricidad. La energía nuclear es una fuente de energía no renovable, pero no produce
emisiones de gases de efecto invernadero durante la generación de electricidad.
Generación eólica: Aprovecha la energía cinética del viento para hacer girar las aspas de
los aerogeneradores. El movimiento rotacional de las aspas se transmite a un generador
eléctrico, que convierte la energía mecánica en energía eléctrica. Es una fuente de
energía renovable y en constante crecimiento.
Generación solar: Utiliza la radiación solar para generar electricidad. Los paneles solares
fotovoltaicos convierten la luz solar directamente en electricidad mediante el efecto
fotovoltaico. También se pueden utilizar sistemas de concentración solar que
concentran la radiación solar para producir vapor y accionar turbinas. La energía solar
es una fuente de energía renovable en rápido desarrollo.
Estas son solo algunas de las principales formas de obtención de energía eléctrica.
Además, existen tecnologías emergentes y otras fuentes de energía renovable, como la
biomasa, la geotermia y las pilas de combustible, que también pueden utilizarse para
generar electricidad de manera sostenible.
3.3 Distribución
La distribución de energía eléctrica es el proceso de transportar la electricidad generada
desde las plantas generadoras hasta los puntos de consumo, como hogares, empresas
e industrias. Aquí se describe el proceso general de distribución:
Subestaciones: Después de generarse, la electricidad se envía a subestaciones cercanas
a las plantas generadoras. En estas subestaciones, la tensión eléctrica se transforma a
niveles adecuados para la transmisión y distribución a larga distancia.
Transmisión: La electricidad se transmite a través de líneas de transmisión de alta
tensión, que pueden ser torres o cables subterráneos. Estas líneas están diseñadas para
minimizar la pérdida de energía durante la transmisión y pueden abarcar largas
distancias, incluso cientos de kilómetros. La tensión utilizada en esta etapa es muy alta,
generalmente en el rango de cientos de kilovoltios (kV).
Subtransmisión: En puntos estratégicos del sistema de transmisión, se encuentran las
subestaciones de subtransmisión. Aquí, la tensión se reduce a un nivel intermedio antes
de pasar a la siguiente etapa de distribución.
Distribución: En esta etapa, la electricidad se transporta a través de líneas de
distribución de menor voltaje hacia áreas más pequeñas, como barrios o zonas
industriales. Estas líneas pueden ser aéreas (utilizando postes) o subterráneas. En este
punto, la tensión se reduce aún más, generalmente a niveles de distribución primaria
(de 10 kV a 33 kV) y distribución secundaria (de 100 V a 600 V) para uso residencial.
Transformadores: A medida que la electricidad se acerca a los puntos de consumo, pasa
por transformadores que reducen la tensión a niveles seguros para uso doméstico o
comercial. Estos transformadores suelen estar ubicados en postes o en estaciones de
distribución cercanas a los lugares de consumo.
Conexión a los puntos de consumo: Desde los transformadores, la electricidad se
suministra a los hogares, las empresas y las industrias a través de cables y conductores
eléctricos. Los usuarios se conectan a través de medidores eléctricos, que registran el
consumo de electricidad para fines de facturación.
la energía eléctrica se distribuye desde las plantas generadoras a través
subestaciones, líneas de transmisión, subestaciones de subtransmisión y líneas
distribución hasta los puntos de consumo. Este proceso implica una serie
transformaciones de tensión para garantizar un suministro seguro y eficiente
electricidad a los usuarios finales.
de
de
de
de
3.4 consumo
La energía eléctrica se consume de diversas formas en los hogares, las empresas y las
industrias. A continuación, se presentan algunas de las principales formas de consumo
de energía eléctrica:
Iluminación: El uso más común de la energía eléctrica es para la iluminación. Las luces
eléctricas, como las bombillas incandescentes, fluorescentes o LED, utilizan energía
eléctrica para generar luz y proporcionar iluminación en espacios interiores y exteriores.
Electrodomésticos: Los electrodomésticos son una fuente significativa de consumo de
energía eléctrica en los hogares. Incluyen dispositivos como refrigeradores, lavadoras,
secadoras, lavavajillas, hornos, estufas, microondas, televisores, aires acondicionados,
ventiladores, aspiradoras, entre otros. Estos electrodomésticos utilizan energía eléctrica
para realizar tareas como enfriar, calentar, lavar, secar, cocinar, entre otras funciones.
Equipos electrónicos: Los dispositivos electrónicos, como computadoras, laptops,
tabletas, teléfonos móviles, cargadores, impresoras, routers, televisores, consolas de
videojuegos y equipos de sonido, consumen energía eléctrica para su funcionamiento.
Estos dispositivos están presentes tanto en hogares como en entornos de trabajo.
Climatización: Los sistemas de climatización, como los aires acondicionados y
calefacciones eléctricas, utilizan energía eléctrica para proporcionar confort térmico en
los espacios interiores. Estos sistemas pueden ser una fuente importante de consumo
de energía, especialmente en climas extremos.
Industria y comercio: En el sector industrial y comercial, la energía eléctrica se utiliza
para alimentar una amplia gama de maquinaria, equipos y sistemas. Esto incluye
motores eléctricos, máquinas de producción, sistemas de refrigeración, sistemas de
iluminación, sistemas de control y automatización, entre otros.
Transporte: A medida que avanzamos hacia la electrificación del transporte, los
vehículos eléctricos también se están convirtiendo en una forma importante de
consumo de energía eléctrica. Los automóviles eléctricos y los sistemas de carga
eléctrica requieren energía eléctrica para su funcionamiento y recarga.
Además de estas formas comunes de consumo, existen muchas otras aplicaciones de la
energía eléctrica, como sistemas de seguridad, sistemas de energía renovable, equipos
médicos, sistemas de telecomunicaciones y sistemas de iluminación pública. La
demanda y las formas de consumo de energía eléctrica varían según las necesidades y
los hábitos de cada individuo, hogar o sector.
4. eficiencia eléctrica
La eficiencia eléctrica se refiere a la medida en la cual se utiliza la energía eléctrica de
manera óptima, minimizando las pérdidas y maximizando la cantidad de energía útil
generada o aprovechada en relación con la cantidad de energía eléctrica suministrada.
En otras palabras, es la relación entre la salida de energía útil y la entrada de energía
eléctrica.
La eficiencia eléctrica es importante debido a que el proceso de generación, transmisión,
distribución y consumo de energía eléctrica conlleva pérdidas de energía en diferentes
etapas. Estas pérdidas pueden deberse a la resistencia de los conductores, a la
conversión de energía en las plantas generadoras, a la transformación de voltajes, entre
otros factores.
Para mejorar la eficiencia eléctrica, se implementan diversas medidas y tecnologías,
como:
Mejorar la eficiencia de las plantas generadoras: Optimizar los procesos de generación
de energía, utilizando tecnologías más eficientes y reduciendo las pérdidas durante la
conversión de energía.
Reducir las pérdidas en la transmisión y distribución: Utilizar cables de transmisión con
menor resistencia eléctrica, evitar la congestión de las redes de distribución y realizar
un mantenimiento adecuado de los equipos y líneas eléctricas.
Uso de equipos y dispositivos eficientes: Optar por electrodomésticos, equipos
electrónicos y sistemas de iluminación con mayor eficiencia energética, que consuman
menos energía eléctrica para realizar las mismas funciones.
Gestión de la demanda: Implementar estrategias para gestionar y controlar la demanda
de energía eléctrica, como la implementación de tarifas escalonadas, el uso de sistemas
de gestión energética y la promoción de prácticas de ahorro energético.
Energías renovables: Promover el uso de fuentes de energía renovable, como la energía
solar y la energía eólica, que tienen una mayor eficiencia en la conversión de energía y
generan menos pérdidas durante su producción.
Mejorar la eficiencia eléctrica tiene beneficios económicos, ambientales y sociales, ya
que reduce el consumo de recursos, disminuye las emisiones de gases de efecto
invernadero y permite un uso más sostenible de la energía eléctrica.
5. conclusiones
La relación entre la huella ecológica y la energía eléctrica es significativa y tiene varias
conclusiones importantes:
Consumo de recursos: La generación de energía eléctrica a menudo implica el uso de
recursos naturales, como combustibles fósiles o agua en el caso de la energía
hidroeléctrica. Cuanta más energía eléctrica se consuma, mayor será la demanda de
estos recursos, lo que puede tener un impacto negativo en el medio ambiente.
Emisiones de gases de efecto invernadero: La generación de energía eléctrica a partir
de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, produce emisiones
de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático. Cuanto mayor sea
la cantidad de energía eléctrica consumida, mayor será la emisión de estos gases y el
impacto en el medio ambiente.
Energías renovables y reducción de la huella ecológica: La transición hacia fuentes de
energía eléctrica renovable, como la energía solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica,
puede reducir significativamente la huella ecológica asociada con la generación de
electricidad. Estas fuentes de energía renovable tienen menores emisiones de gases de
efecto invernadero y requieren menos consumo de recursos naturales.
Eficiencia energética: Mejorar la eficiencia energética en la generación, transmisión y
consumo de electricidad puede reducir la cantidad de energía requerida y, por lo tanto,
la huella ecológica asociada. Utilizar equipos y dispositivos más eficientes, optimizar los
procesos de generación y mejorar la infraestructura eléctrica puede contribuir a una
menor demanda de recursos naturales y una reducción de las emisiones.
Cambio de hábitos de consumo: Los consumidores pueden contribuir a la reducción de
la huella ecológica relacionada con la energía eléctrica al adoptar hábitos de consumo
conscientes y sostenibles. Esto implica la elección de electrodomésticos eficientes, el
apagado de dispositivos en modo de espera, la iluminación eficiente, la gestión
inteligente de la demanda y la adopción de energías renovables en los hogares y las
empresas.
En resumen, la relación entre la huella ecológica y la energía eléctrica destaca la
importancia de un enfoque sostenible en la generación y el consumo de electricidad. La
adopción de fuentes de energía renovable, la mejora de la eficiencia energética y la
adopción de hábitos de consumo responsables son aspectos clave para reducir la huella
ecológica y promover la transición hacia un sistema energético más sostenible y
respetuoso con el medio ambiente.
6. bibliografía
https://climate.selectra.com/es/que-es/huella-ecologica
https://www.gob.mx/semarnat/articulos/que-es-la-huella-ecologica?idiom=es
https://www.santander.com/es/stories/huella-ecologica-que-es
https://sinia.minam.gob.pe/huella-ecologica-peru/inicio
https://economipedia.com/definiciones/huella-ecologica.html
https://www.ecologiaverde.com/que-es-la-huella-ecologica-y-como-se-calcula1124.html
https://www.repsol.com/es/energia-futuro/transicion-energetica/energiaelectrica/index.cshtml
https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-la-energia-electrica/
https://concepto.de/energia-electrica/
https://concepto.de/energia-electrica/#ixzz7yoxQEkFO
https://www.midagri.gob.pe/portal/45-sector-agrario/recurso-energetico/342-laenergiaelectrica
https://twenergy.com/energia/energia-electrica/
https://repositorio.uam.es/handle/10486/678733
https://desenchufados.net/la-huella-ecologica-de-la-electricidad/
7. publicación en una red social